El sistema de gobierno establecido por el P. Noailles para el funcionamiento de la Sagrada Familia es tal, que merecería ser objeto de un verdadero trabajo de derecho constitucional comparado, o de ciencias políticas.1 Porque había promovido la existencia de un conjunto extraordinariamente rico, pero había que dotarlo de un gobierno adecuado. Y éste tuvo el mérito de funcionar perfectamente durante años. Vale la pena, pues, que lo veamos de cerca.

Vamos a hacerlo dejándonos guiar por el mismo fundador. En el curso de esta disertación tendremos que citar a menudo los textos del P. Noailles, que realizó un esfuerzo considerable durante toda su vida, para ver con claridad lo que se había vivido y lo que había querido él. En este capítulo tenemos, pues, que partir ante todo de su pensamiento.